La represión franquista en Extremadura fue terrorífica. Yagüe arrasó todo a su paso. La plaza de toros de Badajoz fue escenario de una masacre.
Cuando llegó mi abuela al pueblo no quedaba ningún anarquista vivo. Los pocos que sobrevivieron llegaron muy lejos: el primer blindado que tomó el ayuntamiento de París en 1944 era pilotado por libertarios extremeños.
Se llamaba Guadalajara. Formaba parte de La Nueve, la compañía de la división de Leclerc que conquistó el Nido del Águila.