Una mesa camilla, un sofá de madera, sillones orejeros y sillas de rejilla. En las paredes encaladas, un viejo reloj, vieja cerámica y viejo cobre. Y una bacía de barbero como la de Don Quijote.
A mi alrededor, los fantasmas de mi abuela, anarquista de la FAI, y mi tía abuela, camisa vieja de Falange: siempre juntas, siempre discutiendo. También los de Luis Antonio y Felipe, sonriendo.
Esta noche en el zaguán sólo habrá leña. Pasaré nochebuena con los vivos.
Feliz Navidad.