Tenía decidido no continuar hasta este verano la historia de #LosAlmeida, pero los recuerdos son los que mandan, especialmente cuando mis fantasmas se me aparecen en sueños.
Nos repugnan las corridas de toros, vestigio de una época terrible en la que todas las familias mataban animales. Quien ha estado en una matanza del cerdo a la antigua no olvida los gritos del animal al desangrarse.
Yo no he olvidado jamás el tajo que le dio mi abuela Paca a mi pato, Saturnino. Nos lo comimos con arroz.