Once sílabas, tu nombre y apellidos
A la poesía estaban destinados.
Denunciaste en tus obras los pecados
De infantas, reyes, nobles y validos.
Dramaturgo de altura, tus sentidos
Volcaste en libreto y retratados
Quedarán en tus versos bien hallados
Los paisanos de tu pueblo agradecidos.
Muchas generaciones de estudiantes
Le deben su futuro por entero
A tu voz de romances asonantes.
Amigo, maestro, gran titiritero,
Me esperas donde fuimos caminantes,
Felipe Manuel Bohórquez Carpintero.