Aunque los embarazos por relaciones sexuales entre primos hermanos conllevan un riesgo ligeramente elevado de defectos congénitos, este riesgo suele exagerarse. El riesgo es del 5–6 % (similar al de una mujer de 40 años que da a luz), frente a un riesgo de base del 3–4 %. Los efectos de la depresión endogámica, aunque siguen siendo relativamente pequeños en comparación con otros factores (y, por tanto, difíciles de controlar en un experimento científico), se hacen más notables si se aíslan y se mantienen durante varias generaciones.