Hoy os hablo de delfines y su asombrosa capacidad de ejecutar nuevas acciones más allá de lo que se les enseña. Lo he oído en este maravilloso podcast que os adjunto, “Ballenas y otros cetáceos”, Ana J. Cáceres en Hablando con Científicos.
De manera espontánea una delfín empezó a recoger cosas que caían a la piscina, podían ser folletos, o algún otro objeto , y descubrió que si se lo llevaba a su cuidador, ésta recibía una recompensa (un arenque u otro trozo de pescado).
Los compañeros de la delfín observaban lo que ésta hacía, y transcurrido no mucho tiempo, empezaron a hacer lo mismo. Pero no sólo eso, al tiempo empezaron a trocear los objetos que caían al agua, de manera que cada uno de ellos tuviera algo que llevar al cuidador y obtener así cada uno su propia recompensa. Tras comentar el caso con otros delfinarios de otras partes del mundo, descubrieron que también se daba este tipo de comportamiento.