Los tiburones blancos no confunden a los buzos humanos con focas u otros pinnípedos. Cuando atacan a los pinnípedos, los tiburones se asoman a la superficie y atacan de forma rápida y violenta. En cambio, los ataques contra las personas son más lentos y menos violentos: los tiburones avanzan a una velocidad normal, muerden y se alejan. Los tiburones blancos tienen una vista eficiente y perciben el color; muerden no como depredadores, sino para identificar un objeto extraño.