En otro orden de cosas, una tableta de chocolate de fundir, unas gotitas de vainilla, cardamomo al gusto y una ramita de canela, se mezcla todo con 1 L de leche y se pone a fuego lento hasta derretir el chocolate.
Retiras el cardamomo y la canela y te queda un chocolate a la taza para tomar con churros que ríete tú del chocolatillo que le robaban a María.