Ayer vimos Gattaca, una peli de ciencia ficción del 97 sobre una sociedad del futuro en que existen seres humanos "a la carta", cuyos padres los diseñaron eligiendo su código genético para que fueran lo mejor de lo mejor. Estos súper hijos e hijas son la élite elegida para las misiones espaciales, mientras que los seres humanos ordinarios -hijos del azar de la reproducción tradicional- constituyen la casta más baja.
La peli tiene todo lo que adoran los amantes del cine americano clásico: narración dramática sobresaliente, tres bellísimas estrellas en estado de gracia (Ethan Hawke, Jude Law y Umma Thurman) y un montaje que funciona como un reloj suizo. Gataca me parece la peli perfecta según esos cánones.
En general, las pelis de ciencia ficción clásicas han envejecido mal, porque planteaban una estética futurista que después ha quedado superada por el avance tecnológico y la renovación de diseños. (Farenheit 451 de Truffaut, por ejemplo).
Pero Gattaca apostó por una estética noir, por un retrofuturismo minimalista y evocador de ese Metropoli de Fritz Lang. Es decir; que ya era retrofuturista cuando salió y su estética hoy funciona tan maravillosamente bien como el día de su estreno.
Raquel me contó que los profes de ética suelen usarla en clase y nos dio por pensar si su dilema ético de fondo aún tiene vigencia.
En 1997 el debate ético sobre cómo utilizar los recientes descubrimientos del genoma humano estaba en plena agitación.
¿Cómo está en 2025?
La polémica más reciente que recuerdo al respecto es la de los grupos de presión cristianos que querían parar la investigación de células madre.
Pero que yo sepa un escenario como el de la peli, en el que puedas diseñar el código genético de tu hijo, no es ni siquiera un horizonte probable.
¿Es la de Gatacca una fantasía que la humanidad ha orillado? ¿Es científicamente posible? ¿Hay legislación que lo prohibe o ni ha hecho falta?
Fascinante :ablobcatpopcorn: