Estoy tan cansada de conocer a o saber de mujeres majas, competentes y responsables que se están destrozando la salud mental por un tío que “es buen tío” pero a la vez resulta que es un poco “torpe/patán/inconsciente” (¡solo hay que explicarles las cosas con calma y ser pacientes!)... Y ”son buenos tíos” (¡hasta tienen buenos gestos con ellas!), pero les están volviendo locas y creen que si las cosas van mal... ¡es por culpa de ellas!
La “weaponized incompetence” es también esto: que sus “deslices” sean siempre justificables, que nosotras debamos ser comprensivas y explicarles (y/o aguantar) con paciencia, por más que esos “deslices” se repitan una y otra vez (“jo, pobre, es que tiene problemas de salud mental”, “es que su trabajo es tan demandante...”, “claro, como es su primera relación seria con una mujer...”) para beneficio sistemático de ellos. Y nosotras ponemos los ojos en blanco o nos reímos, minimizamos el problema aunque nos esté costando la cordura y la aspiración a ser felices, porque... a ver, jo, él no lo hace aposta y a lo mejor soy yo la sensible, la exagerada, la exigente, la ansiosa... Sí, ¿no? ¡Qué conveniente!