Pienso últimamente en los ecologistas, en la forma engreída y estúpida en que nos reíamos de ellos y sus avisos muchos jóvenes de mi generación, tildándolos de hippies, blanditos o fumadores de maría. Debemos estarles agradecidos por habernos enseñado un saber y transmitido una lucha por el mundo cuyo triunfo hoy es ya cuestión de vida o muerte...