España vive tradicionalmente de espaldas a Portugal. Es una lástima por muchas razones, como por ejemplo, que podríamos aprender de los portugueses a ser corteses, a no gritar tanto y a escuchar más. También, nuestros partidos de izquierdas, aprenderían cómo buscar lo común para gobernar juntos. O a leer a Pessoa en su lengua...
Ian Gibson decía en una entrevista reciente que su sueño era una república federal ibérica, como la que deseaba José Saramago. Ojalá.