Blue - Zona Negativa
Históricamente, la tradición de la historieta gráfica en Europa ha estado tremendamente asociada a la producción francófona que nos llegaba de la trinidad formada por autores de Francia, Bélgica y Suiza. Series como Astérix o Tintin, revistas como Spirou y autores del calibre de Hergé, Uderzo o Moebius saltan a la mente de cualquier persona, aficionada o no a este mundo, gracias al enorme impacto cultural que tiene la denominada bande dessinée, la historieta franco-belga. Siendo esta tradición artística una de las más extendidas en todo el mundo, no es de extrañar que autores de todo tipo hayan tomado cierta influencia de la misma, llegan incluso a un mundo tan culturalmente en contraste como el del manga. Se creó así el estilo denominado como la Nouvelle Manga, término acuñado por el editor de la revista Comicker, Kiyoshi Kusumi, adoptado por el francés Frédéric Boilet y aplicado a artistas de la talla de Jirō Taniguchi. Dentro de su labor de promocionar la obras de este tipo de autores, Ponent Mon se convirtió en el gran bastión de la obra de Taniguchi en España, y por extensión de otros de los autores pertenecientes a ese género. La que hoy nos ocupa es Kiriko Nananan y su obra Blue, todo un ejemplo de sensibilidad artística y formal enmarcado dentro del género josei.
El movimiento de la Nouvelle Manga en el que se encuadra Blue surge por varios motivos. Por un lado, las historietas japonesas siempre han tenido una gran capacidad y libertad para reflejar con profusión cualquier aspecto de la vida cotidiana y la condición humana pero sin un apartado artístico capaz de reflejar por entero esa sensibilidad; y por el contrario, la bande dessinée poseía los medios artísticos pero estaba encajonada en estilos y ...