Sobre Salvador Dalí
"Su cara estaba cubierta con un pañuelo de seda, un pañuelo exquisito. Al retirar el pañuelo, he visto con mucha alegría cómo su bigote seguía intacto, marcando las 10 y 10, como él quería. He sentido una emoción impactante. También se podía ver su cabellera, dijo el embalsamador.