Lo que está pasando en Cataluña es algo que hacía mucho tiempo que no pasaba, sí. Y es algo que no debe pasar mientras se pueda evitar, también.

Pero hagamos un ejercicio de análisis: no es conciencia de clase. Los enfrentamientos no son por intereses proletarios. Es, por llamarlo de alguna manera, conciencia chovinista. Es lo que ocurre cuando dos burguesías azuzan a sus súbditos con promesas vacías y sentimientos inculcados.

A eso, hay que añadir el hecho de que les están zurrando por votar. No es conciencia de clase, es antifascismo.

Dicho esto, quiero mandar mucho ánimo al pueblo catalán. No por hoy, que también, sino por mañana. Todos sabíamos lo que iba a pasar hoy, pero no tenemos ni idea de qué pasará mañana.

(No quiero dar lugar a malentebdidos: estoy con el pueblo catalán al 100% y espero que la jornada de hoy la pasen con la dignidad que merece y ojalá a esos perros se les atraganten las porras. Sólo reflexionaba sobre cómo vemos las cosas sin atender al plano general)