Doña Rosa y los forks
Tras innumerables explicaciones brindadas durante años por su hijo Gabriel, doña Rosa finalmente se decidió a comprar bitcoins en marzo de 2015. Si bien nunca había logrado entender del todo cómo funcionaba el sistema, la sedujo el hecho de que, más allá del exponencial incremento del valor que venía experimentando la criptomoneda, ella podía ser “su propio banco”, su dinero iba a estar bien resguardado contra las arbitrariedades del gobierno, e iba a poder realizar transacciones velozmente y a un ínfimo costo.
Sin embargo, la convicción de doña Rosa tambaleó recientemente debido a las divisiones y discusiones sin fin que estaban teniendo lugar en el mundo #Bitcoin. Por este motivo, Gabriel, un “early adopter” con amplios conocimientos del tema, se vio obligado a brindarle a su madre más explicaciones. Pero no le fue para nada fácil hacerlo…