Pilotos alemanes evitaron 222 deportaciones de solicitantes de asilo al negarse a volar con ellos a bordo.
Los datos del Gobierno alemán reflejan que otras 311 personas no pudieron ser deportadas por ofrecer actos de resistencia y que en 87 casos se frenó la deportación por motivos médicos. Pero la mayoría de las deportaciones sí se llevan a cabo.