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¿Es el 12 de octubre una conmemoración racista y franquista? https://lasindias.com/el-12-de-octubre Con independencia de la fiesta y del estado que cada cual anhele si creo que sería bueno no pegarle patadas a la Historia, aunque sea la pequeña Historia de las conmemoraciones y rituales civiles.
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@lasindias Pla, plas, plas... La verdad es que es todo tan cansado. La conquista de los pueblos peninsulares por Roma fue otra barbaridad, y, a fin de cuentas ¿Qué han hecho los romanos por nosotros?
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Gracias maestro! Entre las lecturas ahístoricas y moralizantes de la Historia (todas racistas porque todas consideran que la gente no se mezcló y que los sujetos de entonces equivalen a las poblaciones de ahora) y el absoluto vacío de memoria histórica (muy extendido también por cierto entre quienes dicen valorarla) todos esos debates simplistas son agotadores...
...pero creo yo que hay que darlos. Con cuidado y moderación, pero hay que darlos. No se puede dar por bueno que es compatible «ser de izquierdas», «progresista» o como se pretenda decir, con darle patadas a la Historia, la sintaxis y hasta a los valores ilustrados básicos. El último en hacer eso en la izquierda parlamentaria europea fue un tal Mussolini y mira a dónde llevó a Europa... @dbelser
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@david y tienes razón, pero es agptador. Es asombroso que yo diga esto, pero creo que mucho de este discurso guay y supersolidario con los pueblos "originarios" y oprimidos del planeta (mientras aquí las camareras de piso y el personal doméstico tiene que buscarse la vida para organizarse) tiene que ver con la decadencia de la formación en el marxismo. Marx era cualquier cosa menos un sentimental. Es curioso, estaba pensando que estamos viviendo una época en que las invasiones de tipo clásico (Adelante con la tropa, ocupación e izada de bandera en el centro de la plaza y anexión) prácticamente han desaparecido. La única que recuerdo reciente es la de Kuwait por Irak. La invasión de Irak posterior fue una "respuesta", pero históricamente los pueblos se han invadido follado y masacrado con entusiasmo, y eso está en la base de las presentes "naciones cristalizadas". Y todo es (y ha sido siempre) agitprop cuando hablamos de "construccion nacional", como los románticos ingleses que ensalzaban a los sajones (ingleses patanegra) como Robin Hood frente a los normados advenedizos. Bueno, paro que me lío...
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@dbelser Cada día lo tengo más claro: el marxismo, como sistema de análisis, como mirada sobre el mundo, era la radicalización del pensamiento ilustrado, con sus incoherencias, sus fallos... lo que quieras, pero tenía cuatro cosas: 1. situaba el centro del problema social en el trabajo, 2. tenía sistematicidad, 3.partía de la materialidad y en consecuencia 4. era como agua y aceite con los esencialismos y las comunidades imaginadas distintas de la clase social/histórica.
Después de décadas consiguieron cargárselo y erosionarle el prestigio social, especialmente dentro de la izquierda. ¿Qué tenemos ahora como izquierda? 1. Anticonsumismo y «decrecimiento» (es decir, gente que ve la pobreza de los demás como algo que ni les afecta) 2. Sentimentalismo oportunista que hoy dice una cosa y mañana otra y 3. espiritualismos y amorosidades con pop cristiano incluido y en consecuencia 4. caída bajo la égida de nacionalismos de toda condición.
¿Tiene la izquierda política actual capacidad para cambiar, aportar y construir? Ninguna.
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@hiram totalmente de acuerdo: el platonismo implícito en Marx, que enlaza con su lógica mesiánica y su visión salvífica para la comunidad imaginada de la clase, es lo que le hace detonar internamente y no poder conducir a otro lado que los totalitarismos (Popper). Es esa implosión la que, tras el 92, deja a la izquierda huérfana de credo y le hace caer en una alternativa que no solo es ñoña e inoperante, sino que viene de toda una tradición cultural ajena, individualista y anticomunitaria: el consumerismo anglo. La pérdida de la idea de centralidad del trabajo, que viene del consumerismo anglo, unido a las chorradas heredadas del trotskismo del 68 y los movimientos raciales norteamericanos («las nuevas vanguardias») y la reinvención del esencialismo alemán por el anticolonialismo, acaba en el relativismo más salvaje, la vacuidad inane y cruel del malthusianismo (decrecimiento) y la aparición de esa «identity politics» que no es ni pretende ser liberadora ni superadora, sino una nueva afirmación de la lógica perversa, esencialista, del todos contra todos, del nacionalismo alemán.
En fin, nada nuevo bajo el Sol, los viejos monstruos platónicos del XIX anglificados y remezclados. Es inevitable pensar que al menos cuando la izquierda era marxista al menos tenía un cierto cariz o vocación materialista que frenaba o cuando menos permitía la discusión en otros términos... Pero llevas razón: no hay tiempo pasado mejor. Hay que hacer un presente mejor. @dbelser
Los indianos
Daniel Bellón
David de Ugarte
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