Lo bueno del artículo no es que las canciones que más nos marcan son las que escuchamos en nuestra adolescencia (¿alguien lo dudaba?), sino la breve muestra del modelado de consumo que #Spotify puede llegar a amasar (y vender) con los datos de sus usuarios:
https://www.nytimes.com/2018/02/10/opinion/sunday/favorite-songs.html