«...poniéndole el nombre derivado del "correr siempre" durante un tiempo eterno...»
«La etimología que Aristóteles supone ha dado origen al nombre «éter» es la del verbo «correr», theîn y el adverbio «siempre», aeí («éter» es aithér).»
Los Filósofos Presocráticos II, Anaxágoras de Clazómenas, N.L. Cordero, F.J. Olivieri, E. La Croce, C. Eggers Lan, Editorial Gredos, 1994, página 356.