El ataque a Siria nos hace reflexionar como personas que vivimos en una paz relativa, sí, relativa. No van a negar que tenemos paz de índole militar pero no de violencia social; tenemos delincuencia, corrupción, protestas por intolerancia y un largo etcétera.
Pero deberíamos de pensar que los ataques así no nos deben ser ajenos, ya que podemos ver cómo es que nuestro país puede volverse un blanco fácil y destruido fácilmente solo por una necesidad de poder económico mundial...