Cuando tuve a Bet, una amiga me dio un consejo bien intencionado: en el mundo profesional jamas hables de que eres mamá, no digas que anulas una reunion porque la niña se puso enferma o que no llegas porque tuviste que llevarla al colegio porque eso cae fatal.
Entonces, pensé que como acto de rebeldia feminista haria todo lo contrario, hablaria de mi vida como mamá alli donde me diese la gana y en especial en el mundo profesional. Rompiendo cadenas. Siempre.