Mi sociedad normaliza que se cuentan chistes misóginos y homofobos abiertamente, los grupos de mensajería están llenos de material que cosifica y muchas veces humilla a un género. Se hipersexualizan los cuerpos. Se celebra y disfruta abiertamente la humillación, pero cuando se escucha a una mujer hablar libremente de su cuerpo desestabiliza al status quo: ¿cómo es posible que se atreva a adueñarse de sí misma si su cuerpo es exclusivamente de consumo masculino?