@polaris Sí, este es uno de los temas más complejos. No obstante, sólo es una paradoja en primera aproximación que puede resolverse al determinar la razón por la cual surge la necesidad de generar movimientos de naturaleza radical, los cuales terminan por volverse intolerantes. En principio, cualquier posición que defienda un extremo o absoluto, de manera natural cae en la intolerancia. Pero oponerse a ella no resuelve el problema de su existencia y de hecho, también genera una extremalización de la postura adversa. Es decir, tenemos una tesis contra su antítesis, en un ciclo sinfín.
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Huitlacoche (huitlacoche@social.politicaconciencia.org)'s status on Friday, 07-Sep-2018 00:41:57 UTC Huitlacoche -
Huitlacoche (huitlacoche@social.politicaconciencia.org)'s status on Friday, 07-Sep-2018 00:46:46 UTC Huitlacoche @polaris Muchas de las posturas extremas tuvieron su origen en una falta de tolerancia por parte de una sociedad que jamás pudo canalizar las necesidades de los grupos que las proclamaban. Ante ello, se generaron grupos de individuos con una profunda aversión hacia una sociedad convencional que los desconoce.
Por otro lado, el afán de dominación también produce intolerancia, lo que es aun más difícil de combatir debido al sistema social y político imperante.
En suma, no basta con no tolerar a los intolerantes; de hecho, hay que comprenderlos a fin de poder canalizar sus necesidades y generar así alternativas.
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Huitlacoche (huitlacoche@social.politicaconciencia.org)'s status on Friday, 07-Sep-2018 00:50:03 UTC Huitlacoche @polaris Si tenemos miedo de que las ideologías extremistas se propaguen rápidamente en el tejido social, es porque hemos hecho las cosas mal; el ser humano se ha desvalorizado y por ende se ha perdido la esencia de la sociedad.
Seres humanos saludables e íntegros, difícilmente caerían ante las tentaciones de los absolutos.
Ahí es donde hay que trabajar.
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