Cuando veo fotos de burócratas siempre me fijo en que no visten de Zara, ni del mercado. Y espero que les vistan las mafias porque si son mis impuestos es terriblemente injusto que yo tenga que vestir del mercado para pagar la ropa cara a esa gent-u-z-a.
Ahora bien: mueren igual que nosotros. Y cogen cáncer. Y sus mujeres/maridos les engañan. Y sus hijos les odian, muchas veces con mayor asiduidad que a nosotr@s. Es el precio de trabajar para el Mal.