Lanzadas en diciembre de 1984, las sondas soviéticas Vega 1 y 2 constituyeron una proeza extraordinaria en la exploración del espacio y la cooperación científica internacional.
Con una masa de 4920kg, su misión era doble: depositar sondas atmosféricas en Venus y estudiar al cometa Halley en su pase de 1986.
Los instrumentos indicaron que la temperatura del núcleo del cometa era de 300 a 400K; su longitud máxima de 14 km y que completaba una revolución sobre su eje cada 53 horas. Su composición química era similar al de las condritas carbonáceas e incluía caltratos helados.
Vega 1 se acercó a 8,890 km del cometa, el 6 de marzo del 86.