No llegamos a las firmas para derogar la ley de riego. Una ley que habilita a privados a modificar el cauce de arroyos y ríos para acumular agua y venderla. Seguimos viendo tristemente como el avance del neoliberalismo en América del sur y el mundo, pone en manos de unos pocos algo tan preciado como el agua. Y esto se dio con un gobierno de "Izquierda" que tiene mayoría parlamentaria. Tristísimo el panorama regional.
¡BASTA DE ROBARLE AL PUEBLO!