AMLO y el nuevo gobierno están en una posición bastante difícil, enfrentados a los intereses del capital y presionados desde las bases por reparar mágicamente esta catástrofe que es México, con los medios en una campaña incesante de difamación y además con el pesimismo de los despistados de la izquierda más radical a los que ninguna acción les parece lo suficientemente revolucionaria. Para mí es evidente, hay que cerrar filas, necesitamos organizarnos y crear nuestras propias campañas de contra propaganda, necesitamos politizar e impulsar la cuarta transformación desde abajo.