Si no le dan la Copa a Boca, como corresponde, por lo que ocurrió en el 2015, será una de las más grande injusticias de la historia del fútbol mundial.
Más allá de la seguridad que tiene que ofrecer la municipalidad, River ha demostrado no poseer la capacidad de contener a su hinchada, ni de establecer un orden en si. En La Bombonera, que es un lugar mucho más dificil de acceder, todo pasó de acuerdo.
El campeonato es de Boca. Queriendo o no los demás.