"Comunismo…al demonio con su realidad, pero quiera Dios salvarlo como amenaza constante a las clases propietarias. ¡Dios salve al comunismo para que la insolente chusma no se vuelva todavía más insolente, para que la sociedad de aquellos con licencia exclusiva para el hedonismo (…) puedan al menos irse a la cama con ardor de estómago! Para que no se sientan al menos con ganas de predicar la moral a sus víctimas y dejen de gastar bromas a su costa."
Karl Kraus, 1920