El hecho de no comulgar con ideas de otra personas no te convierte en enemigo ni te da derecho a descalificarlo por no pensar igual a ti, eso es algo que tanto el gobierno como la oposición han incentivado, el ver qué te da la contraria como un enemigo a matar en vez de verlo como otro punto de vista del cual se puede sacar provecho para ver los fallos propios, desgraciadamente esa posición es muy vista especialmente en los personeros de gobierno, nos ciega y no nos hace ver nuestros errores.