No importa en qué país del mundo, no importa de qué partidos se trate, no importa en qué año sea, siempre que haya una elección habrá quien quiera moralizar a los abstencionistas por no votar por lo que esa persona ve como "el mal menor".
Y siempre serán motivo de dicha moralización los sectores más desprotegidos o marginados, por mucho que el "mal menor" no tenga ningún interés o compromiso con los mismos. Siempre será menos malo que "el mal mayor".