Escucho por la radio que el impacto definitivo del asteroide que, con una posibilidad entre un millón, se estrellará contra la tierra, será en Londres. Qué pena, me gusta esa gente, tan musical y tan de cuidar los cementerios hasta el punto de que parecen bosques de gnomos y de zorrillos, de hadas cultas y de espectros bien educados. ¿Qué será de ellos cuando no haya vivos que se ocupen de los muertos?