Con la motivación adecuada y con la persona adecuada, 30 minutos puede ser un gran momento a la efímera porción de una vida larga y matutina de unas 23 horas y 30 minutos.
En los efímeros tiempos es cuando un sentimiento se vuelve puro, a la eternidad de una era marcada en la palabra que el alma narra a la voz que flora a la tibieza que
fluye la fuente rica de la esencia de su ser.
~Erisios~