Una cosa que siempre me ha llamado la antención en la literatura es que se nota muchísimo el lugar de origen del autor según qué detalles. No hablo ya de detalles culturales, sino de cotidianeidades como la concepción del tiempo, de la meteorología, de la alimentción, de cómo enfrentarse a las distintas situaciones sociales... Es absolutamente natural proyectar lo que te es más natural por muy fantasiosa que sea la historia y esos detalles lo son todo.