Corría el año 2000 y la burbuja tecnológica seguía desinflándose mientras los grandes inversores de Google empezaban a ponerse nerviosos.
El revolucionario buscador creado por Larry Page y Sergey Brin tenía, como otras empresas del sector, problemas para monetizar su negocio.
«Mientras crecía la presión de los inversores, los líderes de Google abandonaron su declarada antipatía contra la publicidad.
Decidieron aumentar los ingresos utilizando su exclusivo acceso a los datos de los usuarios en combinación con su ya sustancial capacidad
analítica y su poder de cálculo para generar predicciones a partir de clics, que se utilizaban como una referencia de la relevancia de los anuncios».
Así nació, según explicó Zuboff a The Guardian, el capitalismo de vigilancia. Al frente de la operación estaba Sheryl Sandberg y, con ella, Google desarrolló nuevos métodos para generar más y mejor
‘excedente comportamental’, la materia prima elaborada a partir de los datos de los usuarios sobre la que desde entonces se sustenta su modelo de negocio.