«Casos tan aterradores como el del Hospital Colonia de Barbacena, donde se calcula que, a lo largo de las décadas de 1960 y 1970, murieron sesenta mil personas que estaban hospitalizadas, una especie de campo de concentración nazi para todos los indeseables (prostitutas, mendigos, homosexuales, adolescentes embarazadas y hasta opositores políticos) que eran calificados como enfermos mentales. La hospitalización era sinónimo de muerte en lugares como este. Los “locos” eran llevados al matadero»