Erase una vez una empresa a la que intervinieron desde la unidad de delitos económicos. Sabían que en esa empresa había trabajadores y directivos que incumplían fuertemente la ley y querían meter a todos los cumpables al trullo.
Pedro, un mando intermedio, salió por la puerta principal de la empresa aprovechando la confusión. Justo en la puerta se encuentra al presi de la empresa, Don Jesús, entrando con su maletín con todos los papeles "secretos".