Moñas nº1
Cada latido es a condición de tu presencia.
No me niego, no condiciono mi existencia,
sólo ligo, ato, abrazo la inevitable evidencia
de que no concibo el aire que respiro sin tu aliento,
y que si el sol está en lo alto es para que ilumine lo que siento.
Tocas con dedos, alma y aire lo que parecía inalcanzable
que hasta a mí que vivo inerte me parecía inexistente.
Pero había, mucho y rico, latente y submarino,
y ahora que brilla en superficie no me atrevo a sumergirlo.