Al final, lo que dice el artículo de Nuria Alabao y Enmanolo es que "ese no es el método". La "revolución" a la que aspiran las izquierdas con sus diferentes "estrategias", unas a "medio paso" del fascismo y otras (menos heterodoxas) difiere en que la verdadera, o sea la suya, construye movimientos y movilizaciones de clase y por lo tanto interraciales. Muy bien, para el fascismo ese no es un obstáculo. Si el fascismo puede ganarse un sector de "migrantes buenos" entonces lo harán sin dudarlo.