Y así, relativizando un poco las cosas para no epatar al personal, dejo un poco la historia y vuelvo a mis quehaceres demócratas antifascistas. De toda la gente que anda por internet qué casualidad que precisamente a mí me contara 8814 a lo que se estaban dedicando los nazis en las redes sociales. Una historia más para echar tierra sobre la otra y añadir aún más incredulidad.