Por su lado o, mejor dicho, por el mismo, L., que me había enviado un par de cartas de "te echo de menos" desde Sanxenso, me envió una tercera en la que decía que yo era "la peor persona del mundo". Un año y medio después empezó a llamar a la CNT de Tirso de Molina y me localizó precisamente el día 8 de marzo. Volvimos a salir y la fotocopié esa carta una vez por cada día que habíamos estado sin vernos, las encuaderné y se las dí.