Naturalmente se acusa, se señala, se rumorea sobre algunos, que pueden serlo o no, o sí, como agentes de las cloacas, pero la estructura, como incubadora para el crecimiento de esas actividades, no se toca. La izquierda no tiene nada parecido ni remotamente a un Estado de derecho. Es más atrasada, arbitraria, condicional y manipulable aún que las estructuras que combate. Basa su acción en un modelo personalista e impostadamente colectivo, más opresivo y discreccional que el supuestamente opuesto