"Que desde el ministerio del Interior y sus policías se fabriquen pruebas contra la izquierda y contra el independentismo entra dentro de la normalidad en un régimen que nunca ha dejado de estar en manos de las élites conservadoras."
"Hay que tener en cuenta que las detenciones indiscriminadas y la tortura no solo permiten neutralizar al oponente, sino que además tienen un efecto disuasorio sobre aquellos que participan activamente en la vida política."