El sentido común de como disfrutar los viernes, si es que lo hay.

Unos se alegran como preámbulo del fin de semana, y otros no tanto por que lo necesitan pasar de rápido. Ni imaginar como calibrar o como enfocar un viernes interesante para todos, porque a veces y muchas veces los viernes son entrega (de proyectos), fin de operaciones (profesionales), evaluaciones (escolares), devaluaciones (de moneda), y al final uno se queda con cara de circunstancia en la mejor de las opciones.

Pero ya no es solo un problema digamos social, sino muchas veces incluso personal : no tenemos todos los viernes siempre con la misma sensación. A veces la muy mala suerte nos acompaña inseparablemente, y otras veces la muy jodida mala suerte nos evita aleatoriamente. Quien sabe muchas veces como el equilibrio natural, físico, químico, o incluso cósmico nos influye de tan flagrante manera.

Entonces al final regresamos con la misma pregunta sea cual sea la condición : "¿y ahora que?"