«[..]Este periodo está demostrando, una vez más, que somos vulnerables e interdependientes. Que los cuidados son la única forma de sostenernos mutuamente y que no hay nada más indecente que darlos por sentados. El feminismo lleva promoviendo este mensaje mucho tiempo, pero necesita espacios desde los que luchar contra las inercias del sistema patriarcal. Inercias que nos llevan a un falso individualismo, a un injusto reparto de las tareas [..]»