El mejor amigo de unos amigos falleció de Covid. Se contagió de las hijas, de la escuela.
Ahora, las niñas se sienten culpables. Una se rasguña y la otra vomita todo lo que come. Pero qué alegría tuvieron de volver al cole, no?
Yo, antes que me intuben dejo un contrato en la dark web a nombre del ministro de educación provincial y el nacional. Jabba y el pelotudo van a tener los días contados