Conversation

"—Mozart tuvo un estornino de mascota que una vez revisó un pasaje que había compuesto. El ave lo cantó poco después de interpretarlo él al piano, pero cambió algunos de los bemoles. Mozart anotó lo sucedido al margen de la partitura. «¡Ha sido maravilloso!», escribió. Cuando el ave murió, el compositor cantó en su funeral y leyó un poema en voz alta. Su siguiente composición, que el editor tituló "Una broma musical", tenía un aire a estornino."

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