Recuerdo una noche de fiesta con mis amigas.
Se nos pegó un tipo, como una lapa. Ufff qué horror de hombre. Tras rechazarlo mil veces, cambiarnos de garito y que nos siguiera, no se le ocurre otra cosa que ofrecerme una foto suya.
Me salió del alma "ay! Sí, gracias!!! Que se me acabó el papel higiénico y mañana al ser domingo no tengo dónde comprar!"
Sí, soy borde por naturaleza