“Los seres humanos no sólo eran los robots más baratos que había, sino también, en muchas tareas, los únicos capaces de hacer el trabajo. También eran robots autosuficientes. Se personaban dispuestos a afrontar el trabajo, generación tras generación, se les proporcionaban tres mil calorías diarias y algunos servicios, algo de tiempo libre y una fuerte descarga de miedo, y podías hacer que trabajaran en casi cualquier cosa.”